En un emocionante viaje lleno de descubrimientos y experiencias enriquecedoras, un grupo de 11 estudiantes de nuestro colegio tuvo la oportunidad de participar en un programa de intercambio escolar en la ciudad de Little Rock, Arkansas en el Episcopal Collegiate School durante el mes de enero de este año. Este viaje ofreció a los estudiantes una inmersión cultural única y la oportunidad de fortalecer sus habilidades lingüísticas en inglés.
Los encargados de acompañar a los estudiantes en esta ocasión fueron los profesores Ana Godoy y Nicolás Contreras, quienes aseguraron que el viaje fuera una experiencia educativa y memorable para todos los participantes.
Durante dos semanas, los estudiantes tuvieron la oportunidad de explorar la vida cotidiana en Little Rock y sumergirse en la cultura estadounidense. A pesar de que la primera semana estuvo marcada por las condiciones climáticas adversas y la nieve, los estudiantes aprovecharon el tiempo para compartir con sus familias anfitrionas y establecer conexiones significativas.
Al regresar a clases, nuestros estudiantes acompañaron a sus pares estadounidenses a sus clases diarias, participando activamente en diversas actividades académicas y extracurriculares, siendo destacados por su proactividad y entusiasmo.
El grupo tuvo la oportunidad de visitar la Universidad de Arkansas y presenciar un emocionante partido de baloncesto universitario, sumergiéndose así en el ambiente deportivo y académico de la región.
Entre las actividades culturales destacadas del viaje se incluyó una visita al Capitolio de la ciudad, donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de interactuar con senadores y representantes estatales, así como explorar el patrimonio histórico y político de Arkansas. Además, visitaron el Arkansas Museum of Fine Arts y el Crystal Bridges Museum of American Art, enriqueciendo su comprensión del arte y la historia estadounidense.
Uno de los aspectos más destacados del programa de intercambio fue la estrecha relación que los estudiantes establecieron con sus familias anfitrionas. A pesar de las diferencias culturales, encontraron puntos en común y construyeron lazos duraderos que trascendieron las fronteras lingüísticas y geográficas.
Este programa de intercambio no solo proporciona a los estudiantes la oportunidad de mejorar sus habilidades lingüísticas en inglés, sino que también les permite desarrollar una mayor confianza en sí mismos al interactuar en un entorno culturalmente diverso. Estas experiencias tienen un impacto duradero en su crecimiento personal y académico, preparándolos para enfrentar los desafíos del mundo globalizado en el que vivimos.