Y 20 años no son nada

Esa fue nuestra frase del reencuentro, nos volvimos a reunir en el colegio y pasaron 20 años para que recorriéramos nuevamente esos pasillos que nos fueron tan habituales, esos espacios que marcaron una etapa importante de nuestras vidas.

Fuimos la tercera generación que egresó del colegio, la mayoría llegamos al octavo “C” en el año 1995, cuando el colegio recién partía. Durante los cinco años que compartimos, creamos lazos que hasta el día de hoy se mantienen, e incluso, con aquellos compañeros que no se graduaron junto a nosotros. Nuestra amistad se forjó cuando no existía el celular, ni existían las redes sociales, cuando el teléfono era el principal medio de comunicación, cuando las hojas de cuadernos eran nuestros “chats”, las pizarras eran a tiza, en fin.

Nuestro grupo de whatsapp – en el que estamos varios ex compañeros – se activó a mediados de año para iniciar los preparativos para esta reunión. ¡Son 20 años, no lo podíamos dejar pasar! Si no hubiese sido por la excelente disposición de compañeros que siguen viviendo en San Pedro y Concepción, nuestra reunión hubiese quedado solo en la intención, como muchas otras veces. Ellos nos transmitieron el entusiasmo, y se comenzaron a sumar confirmaciones de los participantes.

Fuimos 20 ex compañeros que llegamos el sábado 7 de diciembre – de los 31 que egresamos – varios viajamos especialmente para la ocasión ¿Y cuál debía ser nuestra primera actividad? Obviamente visitar el colegio, y ese fue nuestro punto de encuentro, para rememorar esa etapa que finalizó en diciembre de 1999.

Recorrimos los pasillos, recordamos historias, paseos, profesores, anécdotas y tallas. El colegio ha cambiado, vaya que sí… ¡la biblioteca ahora es el triple del tamaño de cuando estábamos! Las vitrinas tienen más trofeos, incluso hay una librería (¡Cómo nos hubiese salvado en nuestros años!), otro gimnasio, la famosa cancha de tierra del frontis ahora es de pasto sintético. ¡Cómo han pasado los años!

Entramos al gimnasio, ahí donde celebrábamos los aniversarios, donde vimos por pantalla grande los partidos de la selección chilena en el Mundial de 1998. En el mismo gimnasio donde el 4 de diciembre de 1999 nuestro profesor jefe, Bernardo Torres, nos entregaba nuestros diplomas de egreso. En ese mismo escenario nos sacamos una foto, como hace 20 años atrás, cuando nos convertíamos en ex alumnos del CCSP.

 

Que a los vientos cantaremos ¡Oh, Colegio Concepción!